25 Jul MEMORIA HISTÓRICA
He comenzado a estudiar la obra auspiciada por la Fundación Konrad Adenauer con motivo de la próxima recordación del bicentenario de la República de Bolivia, alcanzando a los siete artículos correspondientes al primer periodo identificado por los responsables de la concepción de este esfuerzo de recuperación de la memoria de Bolivia desde 1825. La tarea ha sido productiva y decidí compartir sus resultados en apretada síntesis, destacando los aspectos relevantes según mi perspectiva e intereses académicos y políticos.
Los coordinadores de este trabajo, Lupe Cajías e Iván Velásquez-Castellanos dibujan en textos esenciales de apertura y cierre de los periodos, el hilo conductor decidido: las bases constitucionales del Estado como eje del proyecto social y político, cuyo contenido se supone expresión de acuerdos fundamentales sobre los cuales se propone encaminar a un país en pos de su consolidación y prosperidad. En términos jurídicos, el deber ser, a veces, inalcanzable.
He encontrado ratificaciones acerca del nacimiento de Bolivia “casi por accidente” a merced de los vientos soplando desde los conflictos metropolitanos. De sus potencialidades en materia de recursos naturales, siendo la república con mayores posibilidades de éxito en el contexto latinoamericano. Del carácter imaginario de sus fronteras en el norte, el este y sudeste, cuestionador de las bases de las guerras territoriales. De la paradoja fáctica entre su costa y la condición de Arica como su puerto desde el comienzo, buen motivo para dejar el fanatismo por una causa ya perdida. De las estrategias indígenas encaminadas a su propia sobrevivencia, transitando entre cercanía, lejanía, coexistencia pacífica y enfrentamiento bélico con sus diferentes, fehaciente demostración de horizontes propios y capacidad de iniciativa. De la importancia del tributo de las comunidades indígenas para la financiación del fisco y de su relación causal con su reconocimiento desde el poder, una señal de los tonos de gris pintando los sucesos y los procesos de la historia. De la diferencia real entre la ley como la decisión vertical de quien gobierna, condenada a la inefectividad por eso mismo, y el derecho como la vida humana objetivada, con efectividad creciente, extraoficial, en los hechos. Del Sumac Orcko – por extensión Potosí – como razón de ser y pilar de sustentación de Bolivia desde antes de 1825, hasta hoy.
He recordado datos como la influencia gaditana, de inspiración liberal, sentida tempranamente en el pensamiento y en la acción en los ámbitos político, económico y jurídico en estas latitudes. Como las insuficiencias de una administración de justicia naciente, paralelas a la desconfianza de la gente en sus operadores, fuente de una tendencia a la otorgación de competencias judiciales a las autoridades administrativas, lesionando la separación de poderes. Como la importancia de los “alcaldes de aldea”, respuesta a las necesidades en materia de solución de controversias de menor cuantía y gravedad. Como tres únicos distritos judiciales: Chuquisaca, Cochabamba y La Paz.
He aprendido sobre las contradicciones entre Perú, Provincias Unidas del Río de La Plata, Colombia y Venezuela. Sobre el limbo chileno, la suerte de la independencia uruguaya y las particularidades del proceso de la constitución del estado brasileño, simbiosis entre monarquía y emancipación. Sobre las rivalidades y las traiciones entre jefes y caudillos. Sobre el vínculo existencial La Paz – coca. Sobre las posiciones geopolíticas acerca de Bolivia: un absurdo, un cortafuego entre Brasil y Argentina o un área de integración sudamericana. Sobre tres escaseces importantes: de conocimiento del territorio, de interés interno por conocerlo y de control administrativo del Estado sobre él. Sobre el motivo de la denominación “Charcas” a la Audiencia: el auxilio y apoyo del pueblo indígena Charca a los españoles a su entrada y ocupación en el surandino. Sobre la temprana decisión de convertir a Bolivia en destino turístico con la publicación del ““Calendario y guía de forasteros de la República Boliviana para el año de 1835”. Sobre el temprano pesimismo sacando cabeza en la “Reseña del estado ruinoso de Bolivia”, de 1842.
He reconocido el texto de Nigel Caspa sobre “La lenta inserción de Bolivia en la economía mundial (1825-1872). Política fiscal y monetaria. Minería y Población”, como modelo de trabajo científico. A la par que presenta rigurosamente ordenados datos relevantes expone las tendencias teóricas conceptuales sobre el objeto de estudio, opinando sobre ellas con sustento y mesura. A la par que revela el esfuerzo de indagación sistemática para la obtención de conocimiento, descubre aspectos pendientes para estudios futuros.
He repetido una y otra vez el título del libro: “Un amor desenfrenado por la libertad”, palabras de Bolívar sobre Bolivia, y las he asumido como la vocación cívica en los oscuros tiempos de hoy. Sí, en definitiva, ¡MORIR ANTES QUE ESCLAVOS VIVIR!
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