Gisela Derpic | GRANDES DIFERENCIAS
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GRANDES DIFERENCIAS

Gonzalo Sánchez de Lozada, expresidente constitucional de Bolivia, sacudió el escenario político el domingo pasado cuando publicó su propuesta de una nueva Constitución desde EEUU donde vive en el exilio hace 19 años. Se han multiplicado opiniones al respecto, dejando claro el impacto de su iniciativa que hacen de ella una invitación al debate siendo deseable que venga con base en reflexión e información.

La renuncia y exilio de Gonzalo Sánchez de Lozada retrotrae a 2003, al “octubre negro”. La posibilidad de una futura exportación de gas boliviano a Estados por Chile por Chile fue el detonante principal, aunque no el único. Contexto de manifestaciones, paros y bloqueos con violencia creciente, con uso de armas contundentes, explosivos e incluso armas de fuego según se aprecia en algunos registros fotográficos, con participación importante de elementos del lumpen, casi exclusivamente en el departamento de La Paz, y acciones represivas de las fuerzas del orden contra ello.

Distintos fueron a la marcha de los indígenas del Tipnis, de 2011, por más de 900 km en defensa de su territorio ante la construcción de una carretera atravesando su corazón; la de los discapacitados reclamando un subsidio mensual equivalente a 73 dólares (508 bolivianos) que recorrió 383 km desde Cochabamba hasta La Paz, y la rebelión ciudadana de “las pititas” en defensa de la democracia ante el fraude electoral de 2019, durante 21 días.

Cuando la Policía y las FFAA salieron a disuadir a los violentos en resguardo nuestro, dimos gracias a Dios. Hoy varios jefes y oficiales están presos por cumplir su deber, sin esclarecimiento de hechos más allá de toda duda.

Lecciones: A tales fines, tales medios: la violencia busca autoritarismo, y el autoritarismo necesita muertos para sembrar odio y resentimiento. Bolivia ha sido y es laboratorio de ese experimento. A ver si aprendemos para no volver a quedarnos ciegos.

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